FORMATOS RADIOFÓNICOS Y DIFUSIÓN COMUNITARIA
"El lenguaje es lo más humano que existe.
Es un privilegio del hombre... Cada palabra lleva consigo una vida, un estado,
un sentimiento.”
RESUMEN:
La radio está soportada por
estructuras que inscriben las metodologías de producción y los estilos de
preparación de contenidos. Tanto formatos como géneros corresponden a la
continuidad que exige la programación radiofónica. Son facilitadores del
aprovechamiento técnico y logístico del medio pues coadyuvan a la optimización
de los recursos.
Cada década tiene diferentes
características y la radio cumple en cada una de ellas un rol distinto,
modificando el mismo a través del tiempo. Desde su invención en el Siglo XX en
donde era indispensable una radio en cada casa para poder estar informado al
Siglo XXI en el cual todos pueden acceder a ella sea a través de un aparato
electrónico o vía Internet, pero el rol cambió de comunicador indispensable a
un medio más de comunicación, lo que no cambió es el rol que siempre tuvo y tendrá:
el de acompañar a los oyentes en los distintos momentos de sus vidas.
PALABRAS CLAVES: formatos/ radiodifusión/ inclusión digital /
géneros/ tecnología /barreras/ programas/ radio comunitaria/ desarrollo local.
CONTENIDO DESARROLLADO
Toda programación radiofónica,
necesariamente debe partir de una propuesta y propósito precisos que permita
capturar la atención de los públicos. De ahí la importancia de conocer los
géneros y formatos radiofónicos, para que a través de ello, las y los
interesados en el tema puedan tener a mano los instrumentos más adecuados para
el logro de objetivos, sean estos a través de proyectos, programas o campañas
por radio.
En el ámbito de los formatos
radiofónicos podemos mencionar a los de mayor difusión; musicales y hablados,
estos últimos son considerados los más importantes, ya que nos permite expresar
ideas, sentimientos e inquietudes transmitiendo mensajes; pero sin dejar de
lado el apoyo de la música como un complemento infalible. La palabra, la
música, los efectos, el silencio. La combinación de esos elementos contribuirán
para que el mensaje sea perfecto y hará resaltar emociones, La calidad del
trabajo dependerá de la inteligencia con que sean empleados y combinados.
¿Cómo? Eso es lo bueno, no hay reglas, nosotros debemos elegir de acuerdo a la
emoción y sentimiento que desee expresar, de lo que le reclame su propio
trabajo y de su inteligencia.
El sonido: Lo es todo en la
Radio. La Radio es sonido. Sonido para sentir, para imaginar. Hace tanta falta
imaginar…La palabra: Debe ser precisa. Hablar de forma clara, correcta, bien
timbrada y con el tono adecuado. Cuando se emite un mensaje emotivo el tono
define la efectividad del mensaje. La música: En este caso no estoy
refiriéndome a la que se emplea en los programas musicales. Sino a la utilizada
para lograr un ambiente, un sentimiento, apoyar un texto, como fondo o cortina.
Los efectos: Contribuyen en el ambiente. Con menos palabras se logra más
dramatismo. Son los sonidos que nos rodean; el trinar de los pájaros, el sonido
de una ciudad, del mar, de una cascada, el timbre de un teléfono, el ambiente
de un restaurante. El silencio: En su utilización no se puede fallar porque
puede dejar de ser un recurso para ser un error. Es el segundo exacto con un
valor expresivo. En el caso de la radio se tienen a la mano todos los recursos
del lenguaje radiofónico que unido a nuestro talento permitirá una inmensa
riqueza expresiva y poder de sugestión.
Esa es una característica esencial de la Radio. Hay un slogan radial que dice
“Sonido para ver” me gusta, pero fuera mejor si dijera “Sonido para imaginar
para sentir”. La radio tiene que seducir los sentidos.
Podemos entender a los formatos
radiofónicos como estructuras que guían el proceso de producir contenidos
periodísticos para un programa o una programación. Es decir, que son formas
preestablecidas para expresar informaciones, análisis y opiniones. Y al igual
que los géneros funcionan como códigos culturales que ayudan al entendimiento
entre emisores y receptores, sirven para codificar y decodificar los mensajes
de los medios masivos de difusión. Estas no son todas las estructuras posibles
y no son formatos cerrados e inviolables. Nos negamos a formular propuestas
rígidas, porque creemos que los formatos deben estar a nuestra disposición,
deben ser útiles a nuestros objetivos, deben adecuarse al perfil de la
audiencia con la que pretendemos comunicarnos, deben ajustarse a las
condiciones de producción de la emisora en que trabajamos. Por lo tanto, deben
poder mezclarse, fundirse, dando lugar a nuevos productos que sean útiles a
nuestras necesidades.
La distinción entre la
"nueva" y la tecnología "vieja" ya no es significativa en
el estado actual de la convergencia tecnológica. La gente de las radios
comunitarias y los telecentros están trabajando juntos para un acceso más
democrático y participativo de la comunicación, especialmente en las zonas
rurales y las zonas urbanas pobres. Por eso la gestión del espectro
radioeléctrico debe adoptar los principios del acceso abierto, a partir de la
experiencia de libertad de expresión reivindicada en los últimos años por las
radios comunitarias. Todo esto será posible si las TIC se entienden desde un
punto de vista democrático, sin división entre viejas y nuevas tecnologías; si
la si se entiende como una nueva organización global de la sociedad y no sólo
como nuevas modalidades de negocio y productividad; y, por último, si creemos
que el trabajo sinérgico es posible y puede contribuir al bienestar social.
Es por ello que para que la radio
comunitaria se entienda como un instrumento fundamental para avanzar hacia la inclusión en la
Sociedad de la Información, debemos
enfrentar el modelo hegemónico de
desarrollo y reemplazarlo por uno centrado en las personas, con enfoque de equidad y donde el tema no se
queda en la mejor capacidad para lidiar
con la tecnología, sino va mas allá, buscando el ejercicio pleno e
informado de la ciudadanía.
El acceso abierto para una
verdadera Sociedad de la Información es
avanzar hacia la Sociedad de la Información y el conocimiento con un enfoque
de inclusión ya que requiere enfrentar
la situación de dependencia y subordinación en la que estructuralmente la mayoría de nuestros
países se encuentran; planteando con
claridad que el problema de fondo es la gestión y control de las
tecnologías, los medios y recursos de
información, en donde las personas asumen roles tanto como emisores, productores y desarrolladores de
contenidos e información, así como
proveedores de servicios relacionados con la nueva tecnología.
Por lo tanto la radio será el
principal medio de comunicación que
generara y formara opinión pública, la misma que se ha
transformado progresivamente en un espacio para la expresión de la diversidad
social y política; y además la que se constituye en el medio por el cual más de
la tercera parte de la población se entera de lo que acontece en el país y en
el mundo entero. Es aquella que no
requiere de muchas horas de dedicación, por el contrario nos brinda la
oportunidad de hablar al mundo, de llegar a la propia casa de las personas y de
sentarnos en la misma mesa de alguien que no se imagina dejándonos entrar a su
hogar. Realmente, es una urgencia y no
una actividad opcional de entretenimiento meramente, es el medio de mayor
penetración y la compañera ideal para la gente que está sola. Como medio de
comunicación masivo está justo en los primeros lugares si de alcance se trata.
REFERENCIAS:
ALVES, WALTER OURO. (1984).
Radio: la mayor pantalla del mundo.
Quito, Ecuador. CIESPAL.
1984. 98 P.
ARAYA RIVERA, CARLOS. (2004).
“Cómo planear un programa de radio”.
En: Revista Educación, Universidad de Costa Rica, Vol. 28, N°1,
pp.191-200.
GARCÍA AVILÉS, J. A. Periodismo
de calidad: Estándares informativos en la CBS, NBC y ABC. Pamplona: EUNSA, 1996,
p. 42.
GOMEZ , G. (2003). Políticas Públicas de Comunicación: el
ausente imprescindible. Fesur
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HAYE, RICARDO M. (1995).
Hacia una nueva radio. Buenos
Aires, Argentina. Editorial Paidós. 224 p.
ENLACES:
AUDIOS:
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