RADIALISTAS APASIONADOS
"La palabra no es palabra dentro de la boca del que la pronuncia,
sino en el oído del que la escucha... la lengua es, ante todo, un hecho
acústico". José Ortega y Gasset.
Resumen:
Cuando se habla
de la locución radiofónica, es hablar de las técnicas que se pueden poner
en práctica para un locutor que desea poner en práctica su voz según aquello
que pretenda comunicar y a quienes lo escuchen.
Sin embargo,
antes de adentrarte en el mundo de la locución, conviene recordar
que la voz es sonido y, como tal, cuando se emite presenta siempre un
tono, una intensidad y un timbre determinados, al margen de otras
características acústicas que se encabalgan sobre cualquier discurso verbal, como
el ritmo, la entonación, la voz de un locutor se consagra también como un
instrumento de gran utilidad para ser trabajada desde otra perspectiva, porque
cuando escuchamos la radio no resulta ser lo mismo que participar en una
conversación, es por ello que lo que se busca es una voz viva , intensa,
comunicativa, que pueda entrar en amistad con quienes la escuchan.
Palabras
claves: Locutor /naturalidad/ libreto/ cuñas / /programación/parrilla/
ciudadanía/ participación.
Desarrollo de
contenidos:
Ser locutor no
implica tener buena voz sino el verdadero afán de sentirse identificado con su
propio entorno, por lo que se dice que en la radio no existen voces del locutor
sino que hay sitio para todos los registros y todas formas de hablar, todas las
voces son bienvenidas que por cierto lo que es necesario es tener una buena
personalidad. No hacer caso si nos sentimos nerviosos porque eso pasara con
nuestra continua labor, más bien es que nos sintamos seguros de lo que
vamos a decir porque quien nos escucha serán muchas personas y si ellos no se
sienten en confianza con nosotros mismos pues se sentirán incómodos y dejaran
de escuchar la radio.
Locutor o
locutora no es quien habla, sino quien logra contacto, quien establece buena
comunicación con el otro, quien se hace escuchar. Un problema de los
radialistas es que siempre hablamos a ciegas, el locutor debe entrenar su
imaginación para ver al oyente, para presentirlo en su casa, en el trabajo, en
el campo y en los lugares donde nos sintonizan, de esta forma nos permitirá
identificarnos con todos nuestros oyentes de una forma masiva pero recibirla
individualmente porque cuando hablas por radio, no te estás dirigiendo a una
multitud, ni siquiera aun grupo. Te diriges a María, a Rosita, a una persona, a
un amigo que es desconocido pero que te tiene confianza, o desde el lugar más
recóndito te está escuchando a ti. La radio se ha vuelto dialogo, charla
privada pero a la luz pública, no es discurso ante un auditorio, en radio,
conversar es un arte por eso debemos personalizar al receptor y también
al emisor. Así mismo para que la labor del locutor se vuelva más excelsa
presentamos a un género que quizás para muchos quienes lo vivencian se ha
vuelto familiar porque nos muestra pasajes de nuestras vidas o porque quizás crea
situaciones que hemos vivido o que quisiéramos vivir. El género dramático evoca ese pasado, adelanta ese futuro y
pone ambos en el presente. A todos nos encanta actuar y ver actuar. El género
dramático atrae como el espejo, tanto para los actores como para los actuados,
porque en las vidas ajenas reflejamos la nuestra. En tanto es uno de los que
brinda más posibilidades creativas Se trata de un género que ha sido casi
totalmente abandonado por las emisoras comerciales, usándolo casi
exclusivamente en las publicidades o producciones con humos en programas de
formatos largos. Pero aún mantiene viva su vigencia en las emisoras
comunitarias, educativas, ciudadanas. Refleja los hechos que ocurren en la vida
de los barrios, del colegio, de los distintos grupos o situaciones de la
cotidianidad, que viven las comunidades y el país. Además el género dramático
utiliza formatos como son la personificación que es la metáfora que humaniza en
un relato lo que no es humano, haciéndolo actuar o sentir como si lo fuera. También
se pueden hacer personificaciones de personas que no se animan a hablar por la
radio.
De igual manera tenemos los Poemas Dramatizados y además los sociodramas que más que todo como una estampa corta de cómo vive la gente, de las cosas que pasan en la vida, la realidad de las comunidades, grupos y barrios. No hace falta que tenga un final ni un argumento muy desarrollado o acabado. Los sociodramas se complementarán después con los comentarios de los conductores del programa radial, de los mismos participantes o de los oyentes. Finalmente los Sketch que son escenas dialogadas muy breves, cómicas, con unidad en sí misma y con gran intensidad, que pueden ser insertados en cualquier segmento de la Programación, para introducir la ironía o la burla sobre algún problema o situación que es noticia o simplemente como recurso para divertirse con las y los oyentes.
Pero para
llevarse a cabo toda esta dramatización dentro de un espacio radial y por un
locutor es necesario tener una cuña en el que el programa se sienta
identificado con quienes se encuentran detrás de la radio en este caso nuestros
oyentes para de esta manera tener en claro quiénes son nuestros fieles
oyedores por tanto la
cuña es un formato radiofónico que lanzan un mensaje claro, sin
presentación del mismo y que va integrado en otros formatos. Este formato, nos
proporcionará repetición del mensaje y cierto reconocimiento de marca y suelen
ir agrupadas en bloques y su efectividad puede variar mucho según la posición
que ocupen en el mismo.
Hoy por hoy las cuñas de radio requieren de elementos muy diferenciadores para que sean escuchadas. El consumidor está abierto a recibir una información que resulte completamente nueva para él independientemente de lo que queramos anunciar, lo esencial para el oyente es aquello que le planteamos y como se lo planteamos ¿qué hay de interesante para él?.
Hoy por hoy las cuñas de radio requieren de elementos muy diferenciadores para que sean escuchadas. El consumidor está abierto a recibir una información que resulte completamente nueva para él independientemente de lo que queramos anunciar, lo esencial para el oyente es aquello que le planteamos y como se lo planteamos ¿qué hay de interesante para él?.
Las mejores cuñas de radio no deberían medirse por los veredictos de un festival de publicidad, sino por los resultados obtenidos tras el lanzamiento de una campaña, el veredicto lo establece el oyente y no un jurado profesional y para que nuestros oyentes se sientan como en casa es necesario tener un buen locutor , radionovelas que los entretengan , cuñas creativas que hagan volar su imaginación y sobretodo una buena programación , en tanto que se podría decir que la programación es la palabra conquistadora, la declaración de amor de ella, la radio, a él, su público. Candidatas en el dial hay muchas. Todas las emisoras difunden música, noticias, todas hablan y esperan ansiosamente ser escuchadas. La diferencia radica precisamente en la manera de pronunciar esas palabras, esos sonidos sensuales que viajan a través de espacios inmensos para alcanzar multitudes y que, sin embargo, parecen haber sido dichos para una sola persona y al oído. La programación es la coquetería de cada radio
La programación es el diálogo que la radio
entabla con su público, los mensajes que emite para relacionarse con cada uno
de los personajes recién descritos. Como vimos, son relaciones muy distintas
las que la radio establece con el papá o la mamá, con los chicos o la abuela.
Pero todas tienen algo en común: la buena compañía brindada. Día y noche, la radio ha estado presente en la vida de esta
familia.
A través de la palabra pública se promueve
la autoestima. O el empoderamiento, este es el mejor punto de partida para la construcción de ciudadanía.
Hablando, opinando libremente, nos ciudadanizamos. Y aquí radica el fruto más acabado que puede brindar a la sociedad un
medio de comunicación social. Amplificar la voz de la ciudadanía y, de esta
manera, legitimarla socialmente. Que la gente hable en nuestras radios, sea
para protestar por un abuso o para pedir una canción romántica. Que participen
en un debate sobre la clonación genética o en un concurso de chistes.
Doblemente se gana: el locutor aprende a escuchar y el oyente a hablar. Nada
nos humaniza más que el diálogo, la palabra. Hasta Dios, cuando quiso
definirse, se llamó Verbo, Palabra.
Por
lo tanto Una radio, como ya dijimos, puede y debe abrir sus micrófonos
para que la población hable y opine y denuncie. Esta participación directa de
la audiencia refresca y ennoblece prácticamente a todos los formatos de la
programación. Pero también necesitamos contar con otros programas más
elaborados, producidos por colegas creativos que tengan tiempo y recursos para
ello.
REFERENCIAS:
ARMAS, SEGUNDO; Imaginándonos
el futuro, IILLA, Lima, 1995, pág. 50.
GARCIA MÁRQUEZ, GABRIEL Cómo se
Cuenta un Cuento. Voluntad, Bogotá, 1995, pág. 82.
LÓPEZ VIGIL, JOSÉ IGNACIO ; Manual Urgente Para Radialistas Apasionados
, Quito, Ecuador
ORTIZ, GONZALO; En el
alba del milenio, Quito, 1999, páginas 140 y 181.
ENLACES:
http://es.radio.oneworld.net/article/frontpage/345/5608
http://www.chasquinet.org/
http://canajagua.com
AUDIOS:
http://www.4shared.com/mp3/oXUxCgzX/audio_genero_dramatico_.html
http://www.4shared.com/mp3/ISqGmpB9/locutor_o_locutora.html
VÍDEO ILUSTRATIVO:
Yovani,
ResponderEliminarHas desarrollado notoriamente tu lectura de la realidad radialísticas, solo falta establecerte mejor en asuntos moleculares para mejor apreciar el escenario.
Tus proyectos son atendibles, pero pueden ser más desafiantes.
Tus materiales de asistencia son buenos, aunque no los de desarrollo de contenido.